martes, 15 de septiembre de 2015

José Santiago Chávez Vallejo

José Santiago Chávez Vallejo
Ensayista, cuentista, poeta y novelista peruano nacido en Cajamarca el 25 de julio de 1962, hijo de don Asunción Chávez y la Sra. Andrea Vallejo Ramírez, sus estudios de educación primaria los realizó en el C. E. N° 830001-82 de Cajamarca, sus estudios de educación secundaria en el Colegio Nacional San Ramón de Cajamarca y los superiores en la Universidad Inca Garcilaso de la Vega de Lima en la Facultad de Economía. Es técnico en computación e informática y técnico en Administración de Empresas.
Es miembro de la Casa del Poeta Peruano sede en Lima, Autor participante de la Casa de la Literatura Peruana (2010 – 2011) y Casa de las Rosas. São Paulo, Brasil.
Ha laborado como Asesor de Imagen en la UGEL – 03 de Lima, Técnico Administrativo en el Despacho Ministerial del Ministerio de Salud y Secretario General del SIS del Ministerio de Salud.
En su afán literario ha recorrido muchos países, siendo uno de ellos Brasil en donde edita su libro de cuentos Guaparé que fue traducido al portugués por la escritora brasileña Rita de Cassia Franca. Actualmente y por tiempo indefinido radica en Río de Janeiro con su familia: esposa y su pequeño hijo, ambos brasileros.
Antología:
-     SALAS SALAS, Luzmán. La Prosa de los cajamarquinos. Cajamarca, Publiser SRL. 1ra. edic. 2010, pp. 154.

Obra:
-     Ratas decentes. Novela. Lima, 2010. Editorial San Marcos.
-     Mercurio Hg., el ocaso de un pueblo. Ensayo. Cajamarca, 2009. Editorial del Norte.
-     Pasiones del alma. Novela. Cajamarca, 2008. Editorial Martínez Compañón.
-     Sentimientos profundos. Poesía. Cajamarca, 2007. 2da. Edic. Lima, 2010. 3ra. Edic. Río de Janeiro, Brasil, 2012. Editorial Delmaq.
-     Guaparé. Cuento, bilingüe: español y portuguez. Brasil, 2007.
-     40 Poemas del alma. Poesía. Lima, 2001.

Comentarios:
La poética de Vallejo surge limpia entre el barullo de la palabra, el verso simple no rehace enredos y no se mimetiza entre las complejidades filosóficas que a veces le resta estética al poema.

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